“Los edificios particulares estarán bien dispuestos si desde el principio se ha tenido en cuenta su orientación y el clima en que se van a construir…ya que estas diferencias dependen siempre de las de los países puesto que una parte de la tierra está bajo la influencia inmediata de su proximidad al sol, y otra por su distancia a él, y otra por su posición intermedia entre ambas, resulta templada”
Vitruvio, “Los Diez libros de la Arquitectura”
El ser humano controla su balance o sensación térmica a través de una parte del cerebro (el hipotálamo) que actúa como un termostato y recibe información de las condiciones de temperatura externa e interna mediante termorreceptores distribuidos por la piel y los órganos. Para las respuestas internas tenemos las tasas del metabolismo humano (que varían en función de la actividad) y para las respuestas externas tenemos la ropa (que funciona como aislante térmico). Así, el tipo de actividad y la ropa son 2 factores que también deben considerarse cuando se habla de bienestar térmico, que es la sensación de satisfacción de las personas con ambiente térmico que los rodea.
Un ambiente térmico inadecuado causa reducciones en el rendimiento físico y mental, y las personas modificamos los factores controlables en búsqueda de un balance térmico. Un claro ejemplo de esto es la ciudad Barranquilla donde se usa ropa más liviana por la temperatura de la ciudad.
Pero este confort térmico (o higrotérmico) depende también de factores que no controlamos como la radiación solar, la temperatura del aire, el viento y la humedad relativa entre otros. El confort térmico que estos factores le genera a cada individuo varía, pues todos somos diferentes. Por esto existen análisis estadísticos para promediar las condiciones térmicas preferidas por la mayoría de las personas.
En Conaltura empleamos estos análisis para crear diseños que maximicen el confort térmico de quienes habitarán nuestros proyectos. Esto lo logramos mediante un diagnóstico sobre el clima del lugar donde se ubicarán estos, haciendo una lectura crítica de los factores climáticos mencionados anteriormente para proponer un diseño adaptado a su medio climático.
Las siguientes imágenes muestran como ejemplo un análisis de las temperaturas y la dirección y velocidad de los vientos durante 1 año para la ciudad de Barranquilla.
Información como esta lleva a tomar decisiones de diseño en: la relación ventana-pared del edificio (definiendo el porcentaje de área vidriada en fachada), la orientación, los coeficientes de transmisión del calor de los muros y ventanas, los elementos de protección solar, los materiales de los acabados y la implementación de zonas verdes. Cada uno de estos parámetros en diseño juega un rol fundamental para brindarle a los usuarios, un equilibrio térmico adecuado al interior de los espacios.