EDGE es una innovación de la IFC (Corporación Financiera Internacional) que pertenece al Banco Mundial y que traduce, por sus siglas en inglés, “Excelencia en Diseño para Mayores Eficiencias”.
“EDGE es parte de una estrategia integral para guiar la construcción en las economías de rápida urbanización hacia un modelo con niveles más bajos de emisiones de carbono, creando mercados que sean competitivos, sostenibles, inclusivos y resilientes”
A su vez, EDGE es una plataforma en línea, una norma de construcción ecológica y un sistema de certificación para casi 140 países, cuyas certificaciones se otorgan después de que auditores independientes establezcan la exactitud de la información y evalúen el proyecto teniendo en cuenta la cultura local y el marco legal.
De acuerdo con los resultados del más reciente Censo Nacional de Población y Vivienda del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), el 71% de la población colombiana reside en cabeceras municipales.
La necesidad de más proyectos residenciales para albergar a la población ha generado y consolidado el interés, cada vez mayor, en la construcción ecológica que satisfaga las necesidades de los compradores y cumpla estándares de sostenibilidad.
En Colombia, EDGE es un sistema de certificación de edificios ecológicos que pronto cumplirá dos años de operar en el país que permite al mercado inmobiliario nacional construir de manera sostenible.
“Colombia es el país con mejor desempeño a nivel global en términos de intención de certificación y proyectos registrados, y el segundo lugar en certificaciones de diseño”.
Reporte de seguimiento del IFC
De acuerdo con el portal En Obra, a febrero de 2019 se encontraban en proceso de certificación 88 proyectos de 74 empresas, de los cuales 33 ya habían obtenido el certificado preliminar en diseño. Los datos corresponden a más de 6 mil unidades de vivienda, de las cuales 2.400 son de VIS.
Conoce Arizá, proyecto de vivienda sostenible con certificación EDGE en su etapa de diseño
Según el IFC, los beneficios de la construcción sostenible basada en la norma EDGE incluyen a todos los actores pues busca, precisamente, crear un escenario propicio para la creación de edificios ecológicos.
Además de los beneficios para el medio ambiente, se estima que los propietarios de viviendas ecológicas pueden ahorrar entre un 15% y un 20 % en las facturas de servicios públicos y revender las propiedades a un valor más alto entre un 4 % y un 10 % que las viviendas construidas de manera convencional.
Por su parte, de acuerdo con el IFC, los bancos se benefician de tasas de incumplimiento hasta un 33 % más bajas de los propietarios de viviendas ecológicas.
Así beneficia los diferentes actores de la economía:
Colombia se comprometió a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 20% para 2030, especialmente a través del aumento de la eficiencia energética en los sectores industrial, comercial y residencial. Por esta razón, la participación del sector público en los códigos y las políticas es muy valiosa.
Camacol, como socio de la IFC, tiene en curso un plan para articular la cadena de valor de la construcción en Colombia con un propósito común: masificar la construcción sostenible en Colombia y mejorar la calidad de vida de los colombianos.
Con el respaldo del IFC, algunos bancos están emitiendo bonos verdes para apoyar los proyectos de construcción ecológica. Bancolombia y Davivienda son pioneros en el uso de la certificación EDGE.
Los propietarios de proyectos de vivienda sostenible con certificación EDGE pueden ahorrar hasta un 25% en uso de energía y un 29% en uso de agua, como el caso de Arizá, proyecto de vivienda sostenible en Antioquia.
