Cada vez más edificaciones o procesos de construcción buscan ser responsables con el ambiente y utilizar recursos de manera eficiente durante todo el ciclo de vida de las mismas. ¿Pero qué es una vivienda sostenible? Aquí te explicamos.
Construir un edificio produce un impacto medioambiental propio de la transformación de los elementos (como el concreto o cemento) y de la utilización de otros materiales para realizarlo. De ahí, la importancia de actuar para tratar de reducir tal choque.
Es por ello, que desde hace ya varias décadas, el concepto de viviendas sustentables pretende concebir el diseño arquitectónico de manera sostenible, buscando optimizar recursos naturales y sistemas de la edificación de tal modo que minimicen el impacto ambiental de los edificios sobre el medio ambiente y sus habitantes.
Sin embargo, además de la importancia de empezar la planeación de las edificaciones con elementos que desde la construcción y mantenimiento establezcan una situación de mejora en el medio ambiente, es importante reconocer que todos, desde nuestros hogares, podemos empezar una transformación que ayude al medio ambiente.
Es por ello que muchos proyectos cada vez más incluyen aspectos pensados para lograr una disminución de la huella ambiental. ¿Sabes qué se necesita para que las viviendas se conviertan en hogares sostenibles? Este es el abecé de las viviendas sostenibles:
A. Reducir el consumo energético
Esto puede hacerse realizando un diseño que tenga en cuenta el entorno y la orientación de la edificación para reducir los consumos en iluminación (y en los países con estaciones la gestión responsable de calefacción o refrigeración).
Para reducir el consumo con soluciones al alcance de la mano, lo primero que se debe hacer (y que todos tenemos al alcance de la mano) es instalar luminarias de bajo consumo en iluminación o LED (luminarias o bombillos que, no sólo generan un ahorro energético sino que no cuentan con componentes químicos tóxicos).
Arquitectura sosteniblePara un futuro cada vez más cercano, la arquitectura debe apuntar a diseñar, con la mira bien puesta en la sostenibilidad. Por ejemplo: una parte importante del consumo energético de los edificios puede ser abastecida por energías renovables, que muchas veces pueden ser integradas en la edificación, como es el caso de la energía solar térmica para la producción de agua caliente y la energía solar fotovoltaica para la producción de electricidad. |
B. Reducir el consumo de agua
Establecer sistemas de recogida de agua lluvia o reciclar las aguas grises, es decir, aquellas procedentes de la ducha y lavadora, para el riego de jardines, descargas de los inodoros y limpieza de exteriores.
Otra solución posible es instalar dispositivos que faciliten el ahorro de agua como inodoros con cisternas de menor capacidad o doble tipo de descarga, grifos termostáticos, colocación de aireadores en los grifos, etc. Y por supuesto si tenemos un jardín en casa se deben adoptar pautas de jardinería y riego responsable, es decir, con agua reciclada y solo incluyendo plantas endémicas del lugar de la construcción; al contrario de individuos exóticos, traídos de otros ecosistemas.
C. Reducir los residuos generados
Los residuos generados en la propia construcción, en el momento de planificar correctamente la obra se deben separar y reciclar en la medida de lo posible.
Asimismo los que se generan durante la vida del edificio se pueden utilizar disponiendo de espacios que faciliten el almacenaje de los distintos tipos o fracciones de basura generados o mediante el uso de compostadores en viviendas con jardín.
El compostaje es un proceso de transformación de la materia orgánica para obtener compost, un abono natural.Esta transformación se lleva a cabo en cualquier vivienda mediante un compostador, sin ningún tipo de mecanismo. Hay muchas otras ideas para construir una vivienda sostenible pero hay que comenzar a frenar el consumo propio y buscar cada vez proyectos, que tengan lo ecológico como directriz para frenar la cuenta atrás del planeta.
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