Adquirir deudas es normal, sobre todo cuando hay bienes y servicios de alto valor a los que no se puede acceder fácilmente sin un crédito, como es el caso de la compra de vivienda. El endeudamiento financiero puede no ser negativo y te mostramos por qué.
El objetivo de los créditos es facilitar la consecución de metas y no convertirse en un dolor de cabeza para quien los toma, es tener un endeudamiento financiero manejable y positivo.
Según el diario Portafolio: “las deudas inteligentes son aquellas que adquirió con el objetivo de invertir en un proyecto que le generará ganancias o bienestar (educación, vivienda, vehículo, etc). Al responder oportunamente con estas obligaciones, convertirá automáticamente al banco o entidad de economía solidaria en su aliado para futuros proyectos”.
Pero, ¿cómo controlar las deudas?
La única manera de lograrlo es entender que la mayor parte de sus ingresos NO pueden tener como destino el pago de sus obligaciones porque llegará un punto en el que el manejo de sus deudas dejará de ser sostenible.
Endeudarse es utilizar dinero prestado para comprar ahora y pagar después. No comprar de forma innecesaria sobrepasando nuestras posibilidades.
Un crédito nos permite…
- Disponer de financiamiento.
- Aumentar nuestro poder adquisitivo inmediato.
- Mejorar nuestro nivel de vida.
- Solucionar emergencias financieras.
- Mantener los costos de los pagos a niveles razonables y previamente decididos con la entidad bancaria.
¿Quieres saber los gastos que debes tener en cuenta a comprar vivienda nueva? Lee este artículo.
Endeudamiento inteligente
Para algunas adquisiciones resulta más beneficioso endeudarse que desembolsar su precio en efectivo. Aquí te damos cinco formas en que el endeudamiento financiero es beneficioso si te ayuda a:
¡Una deuda puede ser buena!
1. Tener un buen historial crediticio
Tu mejor carta de presentación es tener una historia crediticia positiva, ésta sólo se adquiere cuando se registra un buen manejo de sus deudas. El tener un buen comportamiento con las obligaciones, le abrirá el abanico de posibilidades para acudir a las entidades financieras y obtener respuestas favorables.
2. Tener bienes que aumentan su valor con el paso del tiempo
De forma que en el futuro valdrán más de su precio inicial más el costo de financiación (por ejemplo, una vivienda u otro inmueble como lotes). ¿Quieres calcular la valorización de un proyecto de vivienda? No te pierdas este artículo.
3. Generar ingresos o reducir gastos
Comprar maquinaria para producir en mi fábrica o comprar una vivienda para dejar de alquilar yo mismo o alquilarla y disfrutar de la renta como capital adicional.
4. Tener crédito cuando resulte necesario
Pues no se podrían pagar en efectivo sin liquidar todos los ahorros que tengo. Por ejemplo para invertir en educación. ¡Cuidado!: necesarios significa imprescindibles, no simplemente bienes deseables.
5. Cuando adquieres una deuda “buena”
Es decir las que sirven para adquirir bienes o servicios que aumentan tu bienestar o tus perspectivas para el futuro. Por ejemplo, los bienes costosos pero realmente necesarios (como el carro), los que aumentan de valor con el tiempo (los inmuebles), los que ayudan a mejorar tus oportunidades (educación) o los que sirven para generar ingresos (equipamiento para la profesión).