El boom de vivir en las afueras sigue siendo la opción de quienes quieren invertir en vivienda nueva en Bogotá, lo que hace muy atractivos a los municipios aledaños para el desarrollo urbanístico.
En los últimos años el fenómeno ha sido constatable en cifras: por cada 51 metros cuadrados construidos en Bogotá, se vienen edificando 49 metros cuadrados en el resto de la sabana.
La razón de este comportamiento inmobiliario tiene que ver con la disminución del licenciamiento de suelos para el uso de viviendas lo que causó un incremento en los precios de la vivienda en el distrito.
Debido a esto, el sector inmobiliario ha buscado nuevos horizontes hacia donde extenderse por lo cual, se ha desarrollado un nuevo mercado en los municipios aledaños como Chía, Cajicá, Tabio e incluso Zipaquirá. (Lee también Tu sueño de vivienda nueva en Bogotá hecho realidad con Canarias).
Según datos de la Revista Dinero, cerca del 85% de hogares que buscan un sitio para vivir en Cundinamarca prefiere los municipios de Tabio, Soacha, Mosquera y Funza y solamente el 15% contempla la posibilidad de comprar en Bogotá.
La gran demanda de proyectos inmobiliarios en las afueras de Bogotá ha llevado a pensar la Administración Distrital en generar nuevas obras de infraestructura para solucionar el problema de movilidad, en especial vías y servicios público como la ampliación de la Carrera Séptima, la Avenida Boyacá, la Avenida Novena y la Avenida del Polo, entre otras vías que articulan la movilidad desde la capital hacia su periferia.
El nuevo Plan de Ordenamiento Territorial (POT) busca solucionar los problemas de movilidad, disminuyendo los tiempos de desplazamiento generando nuevas infraestructuras y nuevas posibilidades de vivienda a las afueras del distrito.
Según el POT: “actualmente Bogotá tiene una de las densidades más altas del mundo (200 habitantes/Ha), lo que significa que la ciudad no debe seguir creciendo dentro de su perímetro actual. [...] El crecimiento actual de la ciudad se ha visto limitado por la poca oferta de tierra que ha subido los precios de los inmuebles llevando a que la mitad de los metros cuadrados de vivienda y dos tercios de la VIS que se venden en la sabana de Bogotá se desarrollen en los municipios aledaños”.
Todo lo anterior lleva a pensar que expandir la ciudad de manera ordenada es la solución, lo que beneficia el sector inmobiliario, pues el reto ahora es pensar en proyectos que mejoren la calidad de vida de los habitantes capitalinos.
La administración actual propone la realización del Proyecto Ciudad Paz, con el fin de “frenar el crecimiento desordenado de la ciudad sobre la sabana de Bogotá, donde se busca minimizar los terrenos a utilizar por el proceso de urbanización y se pretende disminuir los tiempos de desplazamiento de los ciudadanos. Este proyecto se caracterizará por: 1) uso generalizado de transporte masivo y la bicicleta. 2) redes de parques lineales y autopistas para bicicletas; y 3) vías exclusivamente para buses, bicicletas y peatones. Este proyecto estará constituido por las siguientes sub-ciudades: Ciudad Rio, Ciudad Bosa y Ciudad Norte”, según el POT.
Factores que desmejoran la calidad de vida de las personas como los problemas de movilidad y contaminación ambiental, sumado a la falta de tierra para construir viviendas han llevado al sector inmobiliario a pensar en la construcción de grandes proyectos en los municipios aledaños y a muchas personas a buscar una mejor opción de vivienda para vivir en las afueras de Bogotá.