El proceso de búsqueda de vivienda nueva o usada puede ser muy emocionante, y más cuando encontramos ese apartamento o casa soñada. Sin embargo, hay un tema que paraliza a más de uno: el crédito hipotecario.
Para entenderlo, es necesario tener claro que, si bien es un préstamo, situación en la que recibes dinero de un banco, es diferente al préstamo hipotecario u otras modalidades.
Te explicamos cómo funciona en 5 pasos:
1. La finalidad es adquirir, construir o remodelar vivienda:
El crédito hipotecario es el desembolso que realiza una entidad financiera a una persona, a manera de préstamo, con el objetivo de que esta pueda entregar cierta parte del valor total del inmueble. Normalmente, los colombianos suelen utilizarlo para la compra de vivienda nueva. “El 84% de los colombianos que compraron vivienda utilizaron el crédito hipotecario”, aseguró Luis Fernando Muñoz, vicepresidente del área inmobiliaria y de construcción de Bancolombia en entrevista con Portafolio.
2. Funciona bajo ciertas condiciones y características:
Se valida a través de un contrato en donde la entidad financiera se compromete a entregar una suma de dinero y el cliente acuerda pagar tanto el capital como los intereses a unos plazos y condiciones previamente definidas como:
Tipo de crédito
- Créditos a cuotas fijas
- Créditos de cuota inicial baja y posteriores cuotas mensuales más altas
- Créditos de cuota inicial alta y posteriores cuotas mensuales más bajas
Tipo de tasa de interés
- Tasa de interés fija
- Tasa de interés variable
- Tasa de interés mixta
Según Portafolio, el 87% de los préstamos tramitados para comprar vivienda en Colombia se toman a tasa fija o en pesos, con lo cual el comprador paga la misma cuota desde el comienzo del crédito hasta el final. Optar por tasas variables implica que el cálculo de la deuda se base en la Unidad de Valor Real (UVR), que depende de la coyuntura económica del país (inflación, realidad política etc).
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3. El inmueble a financiar queda como garantía de pago:
Por ley, en el crédito hipotecario aparece la figura de la “garantía hipotecaria”, que es un derecho de prenda que se constituye con el ánimo de garantizar el cumplimiento de la obligación entre deudor, la persona que solicita el préstamo, y acreedor, que sería la entidad financiera que lo otorga.
Es muy simple, el deudor da como garantía el propio inmueble. Esto es que si bien la persona en todo momento es dueña del inmueble, la entidad financiera puede quedarse literalmente con la vivienda si el deudor incumple con su pago, como lo indica el artículo 2434 del Código Civil Colombiano.
4. Es un modelo que ofrece beneficios:
Como las entidades financieras “se curan en salud” al contar con el inmueble como garantía del préstamo, quien solicita el crédito hipotecario se beneficia de tasas de interés mucho menores que las que brindan los créditos tradicionales más facilidades de pago reflejadas en plazos largos para el cumplimiento de la obligación, que generalmente pueden extenderse entre 5 y 20 años.
5. Financiación del inmueble:
En Colombia, las entidades financieras pueden financiar hasta el 70% del total del valor comercial de la vivienda o inmueble. El deudor tendrá que contar con el restante 30% para aportar como cuota inicial.
El crédito hipotecario, según la Superintendencia Financiera de Colombia, es el tipo de crédito más utilizado por los colombianos para adquirir vivienda. Para el país, representa una forma de generar capacidad de compra en los ciudadanos y dinamizar la economía para así generar que más personas cumplan sus metas financieras.